En los días previos a la visita habíamos decidido aparcar en la zona de la Fira de Lleida pues parecía que en el centro sería más dificil. Así lo hemos hecho con la suerte de estacionar justo en la puerta del Museu Roda-Roda de automoción. La visita es gratuita y se puede disfrutar de un gran montón de motos y coches antiguos complementada con la colección de miniaturas de Ramon Duró.
Tras la visita al museo hemos dirigido nuestros pasos hacia el centro histórico de la ciudad atravesando el riu Segre por el Pont Vell apreciando ya desde ahí como la imponente Seu Vella destaca por encima de la ciudad.
Entramos en el centro de Lleida atravesando l'Arc del Pont presididio por el grupo escultórico de los caudillos Indíbil y Mandoni.
Atravesado el arco, estamos en plena zona comercial del centro de la ciudad, una de las más grandes de Europa de carácter peatonal. Hemos elegido empezar por el "ala derecha" según nuestra posición llegando enseguida a la Plaça de Sant Joan con la iglesia del mismo nombre.
Nooo, lo de arriba sigue siendo la Seu Vella. La iglesia de Sant Joan es la de la derecha, esta que hay detrás de mí. Aprovecho y os cuento que es de estilo neogótico, de finales del siglo XIX y el diseño fue obra del vasco Julio de Saracíbar y del aragonés Celestí Capmany.
Hemos proseguido nuestro paseo por la zona comercial hasta el carrer Democràcia, donde hemos girado a la izquierda para volver a hacerlo en el carrer Pi i Maragall para así regresar hacia esta plaza y empezar a recorrer el "ala izquierda".
No pensábamos subir hoy a la Seu Vella, pues hacía mucho calor y no apetecía subir la cuesta del carrer Cavallers a esas horas con el sol en todo lo alto sino más bien refrescarse un poco y disfrutar de la sombra del carrer Major viendo escaparates y la Paeria (Ayuntamiento).
Así que xino-xano hemos llegado a l'Avinguda Catalunya y hemos girado hacia la derecha pensando ya en encontrar un lugar para comer. Callejeando por el casco antiguo hemos encontrado el restaurante Iruña y hemos decidido probar ahí. La prueba no ha salido nada mal, hemos comido muy bien todos por 42 € a base de un menú de tapas con bebidas, postre y cafés incluidos.
Con el estómago bien lleno y con más de medio camino hecho para llegar a la Seu Vella, no era momento para bajar hacia el río. Le hemos echado valor y hemos subido el turó.
He disfrutado tirándome por un improvisado tobogán y echándome un descanso, pero al vigilante no le ha hecho mucha gracia y se ha enfadado un poco conmigo.
Hemos rodeado la Seu Vella pero ya no nos hemos atrevido a subir a la Suda. Demasiado calor a esas horas. Lo dejamos pendiente para la próxima visita. Antes de volver al centro de la ciudad nos hemos hecho las últimas fotos, incluida la familiar. Para el regreso hemos escogido la opción cómoda: 20 céntimos por cabeza y un ascensor ha hecho el resto. Hemos finalizado nuestra visita a Lleida pasando de nuevo por la Plaça Sant Joan, l'Arc del Pont y los jardines dels Camps Elisis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario