martes, 17 de julio de 2012

Episodio 23: Roses


Con los dedos de las manos, con los dedos de los pies... llegamos al episodio 23. Como los otros reportajes veraniegos, nos lo hemos tomado en plan mini-vacaciones así que reservamos un hotel en Bàscara con una piscina enorme y lo primero que hicimos al llegar, después de dejar las cosas en la habitación, fue probarla.

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Después de la piscina, nos hacía falta recuperar energía y, sin movernos del hotel, bien que lo hicimos en el restaurante: un sencillo buffet de ensaladas y un menú muy digno. Comí igual que Víctor: ensaladita,  alitas y crema catalana. Por cierto, soy Turbo.

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Después de una siestecilla nos dirigimos por fin a Roses. Aparcamos cerca del centro y nos dedicamos a callejear sin mucho orden por la isla peatonal plagada de tiendas y restaurantes. En uno de ellos Víctor, aficionado al plantas contra zombies, quiso asegurarse de que no había una sorpresa tras la puerta.

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En el paseo nos detuvimos también delante de la iglesia de Santa Maria de Roses y disfrutamos un ratito en un pequeño parque en la calle de la Riera.

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Ya en el paseo marítimo, aproveché para disfrazarme de unicornio y nos hicimos unas fotos con la bahía de fondo, incluyendo la familiar, que hice yo mismo.

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Se acercaba la hora de cenar y empezamos el regreso hacia el punto donde teníamos el coche. Aún pudimos ver a un artesano del vidrio, un refugio antiaéreo, un lavadero público y un montón de mis parientes antes de dejar Rosas hasta la próxima visita. O eso pensábamos.

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A la salida de Roses vimos una pequeña feria y decidimos alargar el día un poco más y, de paso, cenar cualquier cosa allí. Nos subimos a una montaña rusa que parecía poca cosa pero que nos sorprendíó agradablemente. 

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Víctor subió también a la casa llena de trampas con su gigantesco tobogán.

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Cenamos una hamburguesa en el único restaurante de la feria y Víctor quiso aprovechar el ticket de regalo que nos dieron pegando unos saltos.

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Y como os adelantaba, acabamos volviendo a Roses, al CAP. La encargada de las camas elásticas insistió en que Víctor diera la voltereta y en uno de los intentos, cayó al revés dando con la cabeza en la lona. Solo fue el susto, pero se quejaba del cuello y tuvimos que ir a que lo examinaran.

¡Os espero en el próximo reportaje!

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