viernes, 13 de abril de 2012

Episodio 6: Museu del mamut


El primer reportaje de los muchos que haremos en Barcelona está dedicado al Museo del Mamut. Antes de entrar ya pude posar con el pequeño bebé que nos recibió.

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El museo está en la antigua casa de la custodia, que se llama así porque en la procesión de 1762, "el santíssim" se refugió ahí para protegerse de la lluvia torrencial que caía como está explicado en esta placa.
El museo no es muy grande y hay que entretenerse mucho para estar una hora en él.
Nada más entrar nos encontramos dos mamuts, un adulto y una cría y, muy cerca podemos ver al impresionante tigre "dientes de sable".

Dientes de sable

Los pasillos están todos decorados con pinturas y elementos prehistóricos incluso los techos. En uno de estos pasillos nos encontramos un imponente bisonte estepario tras el cual llegamos a otra sala con un esqueleto más de mamut.


En la siguiente sala encontramos al rinoceronte lanudo y una réplica del mamut Lyuba:


Lyuba vivió hace unos 40.000 años y cuando tenía un mes quedó atrapada en el barro. Fue encontrada en Siberia en 2007 y se llama así por la esposa de Yuri Khudi, el pastor que la encontró.
En las últimas salas encontramos unos esqueletos humanos y del oso de las cavernas. Finalizamos la visita en la sala-taller para escuelas, donde hay un último esqueleto de mamut.


En la salida del museo, perdi un poco de tiempo haciéndome una foto con el burrito de la entrada y por eso acabé pillando un poco de caravana.


El museo está justamente en la calle Montcada, igual que el de arte precolombino, el Picasso y varios palacios. Como hacía buena tarde y era aún temprano, decidimos dar un paseo por La Ribera, un barrio que no conocíamos mucho y al que seguro volveremos.

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Passeig del Born.

Empezamos por el passeig del Born hasta llegar a l'església de Santa Maria, del s.XIV. Los ornitorrincos no somos muy religiosos, pero a Víctor le llaman la atención las iglesias y siempre quiere entrar. No fue mala idea, pues el interior es impresionante.


Seguimos callejeando por el barrio hasta el anochecer. Hay detalles por todas partes, incluso en lugares que no te esperas. Mientras preparo las fotos del restaurante, os dejo las ya "habituales" refrescándonos.


Ya lo tengo todo preparado. Os cuento que volvimos a acertar. No sé cuánto durará la racha, pero parece que los peluches tenemos buen ojo para elegir dónde comer. En esta ocasión elegimos "La Hacienda", un restaurante mexicano. Comimos un variado de entremeses (quesadillas, nachos, alitas adobadas y otros pica-pica), enchilada y fajitas. De postre, antes de llegar al aparcamiento donde teníamos el coche (mucho más económico de lo que esperábamos), nos compramos un helado.




Decorando el restaurante había unas máscaras muy coloridas y aprovechamos para hacernos las últimas fotos:

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