Decidimos llegar al castillo por el aire así que pagamos los prohibitivos precios del teleférico para poder conseguirlo. Suerte que es gratis para ornitorrincos.
Llegamos al castillo en menos de 5 minutos, pero antes de entrar, tuvimos que desviar un cañón que apuntaba en la dirección equivocada.
No sabemos si es habitual pero no había demasiada gente en el castell ese día. Nos paseamos por el patio y por la terraza superior casi sin compañía como podéis comprobar en estas fotos que os dejo aquí.
Salimos al exterior del castillo y "nos asomamos" al puerto muy cerca del monumento a Gaspar de Portolà donde, por segunda vez, corregimos la dirección en la que apuntaba otro cañón.
Antes de dejar definitivamente el castillo posamos delante de los jardines del foso y me hice la foto relajándome en el césped.
Ya solo nos quedaba abandonar el recinto del castillo y levantar el puente levadizo pues ya era la hora de cerrar aunque antes, me tocó hacer la foto familiar.
Tomamos de nuevo el teleférico y nos bajamos en la parada intermedia, la del mirador del alcalde, al lado del monumento a la sardana.
El mirador del Alcalde es un mini-jardín con un pequeño estanque y vistas sobre el puerto de Barcelona.
Subimos por última vez al teleférico para regresar donde teníamos aparcado el coche. Muy cerquita de él, pudimos hacer una foto con el escudo de barcelona, las clásicas refrescándonos y una que pronto será clásica, la del ciclista.
Nos fuimos a casa con una parada en un centro comercial donde cenamos unas tapitas y un helado.
- Perry también estuvo en el museu del Mamut.
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