Me tocó el reportaje del último día
y lo haré, como siempre, con un poco de poesía.
Por estar alojados en un Disney Hotel
podíamos entrar dos horas antes que todo el tropel.
Parecía un buen plan para subir por fin a la montaña rusa
pero solo abierto estaba Fantasyland, esa es nuestra excusa.
Subimos en las tazas a dar vueltas y vueltas
mientras llegaba el momento de abrir el resto de puertas.
Por fin entramos todos al mogollón
y acabé haciendo de bala en el cañón.
Resulta que la montaña rusa tan deseada
estaba por enésima vez estropeada.
Mientras todo el mundo preguntaba en la montaña
nos fuimos a los Piratas del Caribe a darle caña.
Nos hicieron una foto a mitad del recorrido
con tan mala puntería que Víctor no ha salido.
Después entramos dentro de la roca calavera
pero la peste en algunos rincones nos echó rápidamente para fuera.
y allí nos hicimos un montón de fotos sin ton ni son
Tomamos un aperitivo e intenté hacerme la foto refrescándome
y, otra clásica, tirado en el césped relajándome
Me dijeron que se vería mejor desde las alturas
así que me subí a un árbol a contemplar la ciudad futura.
Vi en el orbitron los planetas alineados
y me inspiró esta foto con todos nosotros así sentados.
A estas alturas ya habíamos decidido abandonar el parque
aunque antes pudimos ver el dragón y posar en el estanque.
Intentamos arrancar la espada que el día antes Víctor no pudo
y hacer esta foto para que veaís los árboles con forma de cubo.
Alguno de vosotros habréis observado que todavía
no ha salido la foto refrescándome ni escuchando en la vía.
Y, para el pack de fotos clásicas terminar,
os dejo aquí la llamada "familiar".
Al Planet Hollywood fuimos a comer
antes de irnos a las últimas compras hacer.
De Disneyland París yo no podía irme
sin el lago visitar ni de nuestro amigo despedirme.
Voy a terminar este reportaje tamaño maxi
con las dos últimas fotos en un taxi.
Espero que os haya gustado esta nueva historieta
del pulpito rojo que quería ser poeta.
- El pulpito también estuvo en Girona.
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